Una vez te adentres en Narbona y empieces a desvelar sus secretos, no tardarás en darte cuenta de que esta ciudad tiene un encanto especial.
Ubicada en el Aude, a pocos kilómetros del Mediterráneo, a la ciudad galorromana no le faltan tesoros históricos, artísticos, gustativos y náuticos. Una combinación deliciosa que convierte este destino en una escapada ideal para hacer turismo sin prisas y descubrir sus curiosidades a pie. Para poner la guinda a este fin de semana rodeado del carácter propio del sudoeste francés, te proponemos una extraordinaria sorpresa en tu hotel Campanile Narbonne. ¡Ven, te lo contamos todo!
Visitar Narbona a pie es descubrir 2500 años de historia…
Narbona, el itinerario histórico clásico
Esta ruta, que consiste en pasear por las calles de Narbona, tiene el inicio en su centro histórico. Ponte un calzado cómodo y, con el Pass Monument, por tan solo 10 €, podrás acceder a todos los lugares históricos de la colonia galorromana más antigua, cuyo nombre original era Narbo Martius.
Catedral de Saint-Just et Saint-Pasteur
La primera parada es uno de los monumentos más imponentes de Narbona, la catedral de Saint-Just. Esta construcción inacabada impresiona desde el primer momento. Ubicada en los dominios del Palacio, en su interior encontramos toda una invitación a ascender, ya que su bóveda alcanza los 41 metros, lo que la convierte en la cuarta catedral más alta de Francia. Descubre con los tuyos la Salle des Secrets (Sala de los secretos), que transforma un delicado susurro en una exuberante declaración pública.
Palacio de los Arzobispos
El Palacio de los Arzobispos y sus más de ocho siglos de historia es un lugar imprescindible en tu visita a pie por Narbona. Una verdadera ciudad dentro de la ciudad, esta fortaleza ha sobrevivido a épocas y estilos, y ofrece hoy una oportunidad única para viajar en el tiempo. Esta antigua residencia de los arzobispos alberga ricas colecciones de arte repartidas entre el Palacio Antiguo y el Palacio Nuevo. Ahora que has calentado motores con la visita a pie por Narbona, ¡no puede faltar la increíble vista del torreón después de subir sus 162 peldaños!
La basílica de Saint-Paul
Para concluir este capítulo histórico, dirígete directamente a la basílica de Saint-Paul. Considerada la iglesia más antigua de Midi, la construcción combina hábilmente los estilos románico, gótico y meridional. En el interior, su calma y frescura invitan detenerse y reflexionar en las inmediaciones del cementerio paleocristiano, que conserva su estado desde el siglo III. ¡El tiempo pasa volando!
Narbona, el paseo artístico insólito
A continuación, ponte en marcha para adentrarte en los tesoros más inéditos de la bella ciudad de Narbona. A pie o en barco, aquí tienes tres lugares para explorar, ¡tan cercanos entre ellos como diferentes!
La casa de Charles Trenet
Después de tanta solemnidad, ¡que suene la música! Desde el centro histórico de Narbona, dirígete a la casa de Charles Trenet, situada en el número 13 de la calle epónima. En ella encontrarás numerosos recuerdos de infancia del artista, archivos musicales, actividades interactivas… Una casa muy amada por el artista que todavía hoy sigue conservando su esencia. Y, quién sabe, ¡quizás lo oigas canturrear Ma Ville en alguno de sus pasillos!
Las galerías del Horreum
En un nuevo viaje en el tiempo, ¡nos plantamos ahora a la Antigüedad! Esta vez, las galerías del Horreum te tienden sus brazos. ¡Ármate de valor y lánzate a descubrir estas galerías cuyo final jamás se ha encontrado! En sus orígenes era un lugar de almacenamiento del mercado antiguo y hoy albergan juegos de luces, reproducciones históricas y túneles sinuosos. ¡Una delicia para los niños y un instante de frescura subterránea para los mayores!
Les Halles de Narbonne
Seguro que después de tantas emociones se te ha abierto el apetito… Les Halles y su gigantesco mercado gastronómico, orgullo de los narbonenses, te están esperando. Aquí, solo una recomendación: ¡date un capricho! Lo más difícil será elegir uno de los 70 establecimientos de restauración que brindan alegría al paladar y al estómago.
Narbona, a orillas del mar
El sur te está esperando con los brazos abiertos, así que sería una lástima privarte de las delicias naturales que ofrece la ciudad. Sol, naturaleza, ocio… todo lo necesario para pasar un día inolvidable.
El canal de la Robina y el puente de Marchands
Ideal para dar un paseo después de comer, a pie o en bicicleta, el canal de la Robina es el sitio perfecto en Narbona para tomar una bocanada de aire fresco en la ciudad. Catalogado como Patrimonio Mundial de la UNESCO, el canal se cruza por el puente de Marchands, también imprescindible, ya que es uno de los cuatro únicos puentes de Francia que no ha sido invadido. No se lo cuentes a nadie, pero se comenta que este lugar ofrece las vistas más bonitas de toda Narbona.
La vía Domitia y el Ayuntamiento
De regreso al centro, cerca del Ayuntamiento, en sí mismo extraordinario, descubrirás la famosa vía Domitia, vestigio galorromano que unía Italia y España. Aunque su construcción se remonta al siglo ii a. C., no se descubrió hasta 1997. Muy apreciado entre los niños, este lugar es ideal para hacer una pausa en tu fin de semana en Narbona. ¡Déjate seducir por el rastro de sus más de 21 siglos de historia!
La playa y el puerto de Narbona
Te proponemos un pequeño cambio de rumbo en tu visita a pie por Narbona. La playa de Narbona, situada a 15 km del centro y a 20 minutos en coche del hotel Campanile Narbonne, ¡lo merece! Su playa de 5 km, su brisa ligera, un alegre puerto, un vivero de peces, terrazas con un ambiente relajado… te invitan a dar un paseo de ensueño por la costa que te lleva de nuevo a la realidad. Si te entristece abandonar el patrimonio histórico que te ha rodeado durante toda la jornada, ¡zambúllete en ella!
Campanile Narbonne, nuevo y elegante
Después de todas estas aventuras, es hora de dirigirte a tu hotel Campanile Narbonne. Te hemos prometido una sorpresa que vas a descubrir desde que te adentres en él. Recién renovado, tu hotel desvela su nuevo aspecto, inspirado en la naturaleza, cuya decoración combina hábilmente el verde del bosque, el amarillo del sol y la cerámica, para reflejar la belleza del entorno y hacer que los espacios comunes sean aún más relajantes. Permitir que el exterior entre en el interior, ¡este es nuestro nuevo lema!
Dentro, un total de 62 habitaciones climatizadas y equipadas te esperan para acoger tus momentos románticos, en familia, de trabajo o en solitario. Desde la recepción, un cálido equipo te guiará, si lo deseas, hasta el salón, el espacio de coworking o el restaurante. Sus tonos cálidos y su madera de deriva, la atmósfera y el bufé —provisto de productos locales— combinan a la perfección con esta bella localidad costera.
Durante todo el año tenemos ofertas promocionales para que puedas prolongar tus momentos de ocio o trabajo, y aprovechar tu habitación cerca de Narbona con la mejor tarifa. ¿A qué esperas, pues, para reservar tu fin de semana y visitar Narbona a pie recorriendo sus calles?
¡Descubre el Campanile Narbonne!