En el corazón de Barcelona
En Navidad Barcelona se transforma en una ciudad mágica. Desde el encendido de luces, el 23 de noviembre, hasta el 6 de enero, la ciudad te propone una gran variedad de planes para todas las edades y gustos. Barcelona se llena de bullicio con olor a abeto, pesebre, turrón y música de villancicos.
Para empezar, no te pierdas la iluminación navideña de Paseo de Gracia, que conmemora su bicentenario. Durante el día, los rayos de sol provocan mil destellos a lo largo de toda la avenida. Puedes recorrerla y visitar algunos de los edificios emblemáticos, como La Pedrera, o los emplazados en la famosa manzana de la discordia: la Casa Lleó Morera de Lluís Domènech i Montaner, la Casa Mulleras de Enric Sagnier, la Casa Bonet de Marceliano Coquillat, la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Batlló de Antoni Gaudí. El nombre “manzana de la discordia” se debe principalmente a la rivalidad profesional entre Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí. Si vienes con niños, la Casa Amatller te propone actividades infantiles. Imprescindible, para todas las edades, merendar en su chocolatería, donde su famoso chocolate a la taza se acompaña con pan tostado. Y como colofón, una visita a la primera Flagship Store de LEGO de toda Europa, digna de visita solo por su diseño, inspirado en la obra de Antoni Gaudí.
A lo largo de todo el Paseo de Gracia encontrarás tiendas históricas, marcas exclusivas y de alto nivel. Aquí puedes localizar las más importantes para disfrutar de un día de lujo: https://barcelonapaseodegracia.com/es/mapa/
Si estás en la ciudad antes del 23 de diciembre, no puedes perderte, en la avenida de la Catedral, la Fira de Santa Llúcia, la feria más antigua con productos estrictamente navideños y la única del mundo con más de 160 espacios de venta. Este año, celebra su 237 aniversario. Muy cerca, en la calle Banys Nous, 15, encontrarás una tienda espectacular, Käthe Wohlfahrt, el primer pueblo navideño durante todo el año. Vale la pena visitarla solo por la decoración: es la más grande de España y construida de manera totalmente artesanal. En el número 4 de la misma calle localizarás la primera tienda de caganers del mundo. Puedes llevarte un Dumbledore, Barbie o Rosalía para tu pesebre. Justo detrás están las plazas de Sant Josep Oriol y del Pí, donde artistas pintores y artesanos de la alimentación exponen y venden sus productos. Aquí los muy golosos tienen una cita obligatoria en la calle Petritxol, más conocida como la calle de las chocolaterías. La Pallaresa, con 75 años de historia, es la reina cum laude de los suizos.
La Sagrada Familia:
Nueva iluminación y bodega secreta
Desde el pasado 12 de noviembre la Sagrada Familia cuenta con una nueva iluminación, para celebrar la coronación de las 4 torres de los evangelistas. Se mantendrá durante las navidades y marca una fascinante silueta en la ciudad. En la plaza de esta catedral, a partir del 24 de noviembre y hasta el 23 de diciembre, se organiza el mercado navideño más tradicional de l’Eixample. Como buen/a seguidor/a de Campanile, te vamos a desvelar uno de los lugares medio escondido y preferidos por los barceloneses para hacer el vermut en esta zona: Sagrades Tanines, con música en directo. Antes de abrir, ya hay gente esperando.
La Barcelona más desconocida y “de barrio”:
Sant Andreu, Sants y Montjuïc
Quienes viven en Sant Andreu hablan de ir a Barcelona, cuando tienen que desplazarse al centro de la ciudad. No en vano, este barrio ha conservado la belleza de las casas pequeñas, calles adoquinadas y conversaciones en la calle entre vecinos. La centenaria Plaça del Mercadal merece una visita. Este núcleo porticado es un viaje en el tiempo y en la nostalgia. Como la plaza Orfila, propia de un pueblo con encanto. En el polo opuesto Can Fabra, antigua fábrica de hilaturas Fabra i Coats, recuperada y reconvertida en espacio cultural y creativo para los ciudadanos. Y eje vertebrador, Gran de Sant Andreu, una agradable calle de barrio llena de vida y comercios.
Sants-Montjuïc es otro distrito que merece ser descubierto. Dada su extensión, necesitarás más de un día para visitarlo. Si solo dispones de uno, la opción más popular es callejear en el barrio de Sants y ver el juego de luces y música de la Fuente Mágica de Montjuïc cuando oscurece (ojo, este año debido a la sequía hay restricciones, consulta antes de ir). Si viajas con peques, el Parque de la España Industrial o el de Joan Miró les encantará. Subir paseando por los parques y bosques de la montaña de Montjuïc es una buena idea para los días de sol. Desde el Castillo podrás hacerte un selfie con una panorámica de la ciudad. En el Poble Espanyol y en CaixaForum tienes propuestas para toda la familia.
Alrededores de Barcelona
Si viajas a Barcelona por motivos familiares o laborales y quieres escapar del bullicio y desconectar en tus momentos libres, te invitamos a que te alojes en nuestros hoteles Campanile Barberà y Campanile Cornellà. Los dos están fuera de la ciudad, pero a menos de 25 minutos en transporte público.
Nuestra primera propuesta es que te relajes con una buena lectura o escuchando música en la cafetería o restaurante. Las siestas en la habitación también son muy recomendables. O el tardeo, con tu bebida y serie preferidas, es otra inteligente opción. Y para los más inquietos, conocer la zona de los hoteles será un gran aliciente.
Cornellà y el Baix Llobregat
Cornellà es una ciudad de contrastes. Puedes encontrar desde el centro comercial Splau, a cinco minutos de nuestro hotel, a edificios con historia, como sus masías, la biblioteca Marta Mata o el Museo Palacio Mercader, situado en un enorme jardín, pulmón verde de la ciudad. La ciudad cuenta además con el Museo Agbar de les Aigües, especialmente recomendado para toda la familia. A la mayoría de estas propuestas puedes acceder con un paseo desde el hotel. Pero si quieres sumergirte en un baño de aire puro, estamos a 15 minutos en coche de las playas de Barcelona y del Delta del Llobregat, un paraíso de la diversidad. Recuerda: una caminata bajo el sol de invierno recarga las pilas. Más cerca aún está el Parque Natural de Collserola, 8.295 hectáreas de espacio natural protegido desde el que se puede observar Barcelona a vista de pájaro.